miércoles, 22 de octubre de 2008

La imprenta como origen del diseño gráfico en Venezuela





La primera imprenta que vino a Venezuela, la trajo el General Francisco de Miranda en sus expediciones a Ocumare y Coro en 1806, la cual desembarcó y tuvo que depositarla en la isla inglesa de Trinidad. Adquirida luego por los norteamericanos (sic) Mateo Gallagher y Jaime Lamb, la establecieron en Caracas en 1808". (Felipe A. León, La imprenta en Venezuela, 1895)


''Quizás ninguno de los profesionales de nuestro siglo ejerza tanta influencia en el público como el diseñador gráfico y quizás ninguna acción pase tan inadvertida como la suya. Día a día, por media de emblemas, signos, carteles, señales y diagramación los diseñadores gráficos van modificando para bien o para mal -todo depende de su capacidad y su poder creativo- nuestro criterio de apreciación visual" (Miguel G. Arroyo C., Gerd Leutert Diseñador. 1966).

Las anteriores son expresiones escritas por hombres representativos de su tiempo. Tales afirmaciones relacionadas, podrían conformar el bosquejo de una Historia del Diseño Gráfico en Venezuela, hasta ahora inédita, donde confluyan factores como la comunicación, los medios tecnológicos y lo creativo en pos de lo estético.
Podemos restablecer un diálogo entre el exitoso diseño gráfico venezolano, reconocido internacionalmente y su origen natural. Existe una profunda tradición de las artes gráficas en nuestro país, pese a su arribo tardío.
A partir de su implantación en 1808 se desarrollará vertiginosamente recorriendo el siglo XIX y parte del XX señalando a su paso logros que permiten comparar los impresos decimonónicos venezolanos con aquellos de la misma época, publicados en el exterior.
En etapas pioneras participaron activamente técnicos litógrafos foráneos de suma importancia: Muller v Stapler, Lessman y Laue o H. G. Neun . Si bien en los albores de la imprenta la función de impresor y de editor no estaba totalmente diferenciada, hoy si lo está al manifestarse el diseño gráfico como una disciplina con personalidad propia. Sugiero relacionar a impresores antiguos como Gallagher y Lamb, Juan Baillío y Valentín Espinal, con empresas actuales: Cromotip, Editorial Arte, Armitano o Ex- Libris, las cuales apoyadas en la labor creadora de los diseñadores Gerd Leufert, Nedo M.F., Alvaro Sotillo, entre muchos, quienes han sostenido un estrecho vínculo, quizás sin saberlo, con nuestros primeros creadores gráficos y tipográficos.
Se podría rescatar a los diseñadores y artistas de una presunta orfandad, de juicios sin basamento y de olvidos o perspectivas imposibles. Nuestro país debe sentirse orgulloso por su desarrollo en el área de las artes gráficas e impresoras. Tanto por los logros pretéritos como por su correspondencia con los actuales.

0 comentarios: